lunes, septiembre 04, 2006

Te estuve buscando...

...pero nunca te encontré.

De hecho fuistes tú quién vino a buscarme, quizás no eras lo que yo realmente quería, pero poco a poco y sin enterarme te hicistes un hueco en mi vida y hasta terminé por aceptarte como parte de mí. Al principio pensé que no te necesitaba, que lo nuestro no era más que un flirteo pasajero y en realidad así fue, porque al poco tiempo de iniciar nuestra tortuosa relación dejé de prestarte atención y me centré en otras personas, en otros asuntos, y no me dí cuenta que yo te necesitaba tanto como tú a mi.

No supe nada de tí en mucho tiempo, y creía que las cosas me iban mejor, que nunca dejastes huella en mi vida, que siempre debería haber sido así... pero terminé por echarte de menos y maldiciéndome por no haber tomado tu mano cuando tan amablemente me la ofrecistes.

Hoy, en mi hora más oscura, te vuelvo a buscar y no te puedo encontrar... pero yo sé que quieres que nos volvamos a reunir, y qué serás tú quien volverá a recogerme para llevarme lejos de esta terrible realidad. Por eso, querida DEMENCIA, cuento las horas que faltan hasta que vuelvas a mi y me tiendas tu gélida mano que no volveré nunca a soltar.

No hay comentarios: