A las buenas nuevas, hamijos policiclados.
Hoy os traigo un artículo a la vieja usanza: crítica desproporcionada y redactada desde el desconocimiento por el mero hecho de criticar y quejarse un poco...en resumen, para no olvidar las buenas costumbres.
Estoy convencido que todos habéis oído hablar de "La Noche en Blanco", ha salido en la tele, en el periódico, en todas partes... pero nadie sabe a ciencia cierta qué coño es.
Las principales teorías conspiratorias apuntan a que un Sanedrín de gafapastas encabezados por el canciller Rafa Garrafa se alzan como principales responsables de la organización de dicho acontecimiento con el fin de impulsar una sociedad más "cultureta" que invierta sus fondos de pensiones en el FNAC, pero lo cierto es que todo parece una burda y estúpida maniobra de dar a conocer "Madritzz Do´Urden" como una capital europea supercool y en la onda.
Una de las múltiples acepciones de "la noche en blanco"
Pensemos un poco, rebaño de escarabajos peloteros... ¿promocionar la cultura tan sólo un día no es igual de cínico que estudiar una hora para un examen y, una vez con el ojal abierto, quejarte porque te has matado a estudiar?
Pues si hamijos, con ésta maravillosa y a su vez tuberculosa propuesta lo único que se ha conseguido es que cientos de miles de personas ávidas de acontecimientos gratuítos (recordad que vivimos en España) se lancen a la calle sin ningún tipo de control, desbordando el operativo de seguridad, creando disturbios localizados con el único fin de llegar el lunes al trabajo y decirles a los amargados de sus compañeros que han estado en "La noche en blanco" y que por esa razón son gente culta y refinada.
Seis años en la universidad para encender cuatro putas bombillas...
Sin entrar en temas de politiqueo, en mi humilde opinión creo que deberíamos de permitir a la ciudadanía un acercamiento real a la cultura ampliando los horarios de los museos (lo cual, curiosamente, generaría más puestos de trabajo) y reduciendo en algunos casos el precio entrada a los mismos (inclúyase cine y teatro en éste apartado), que a veces parece que la cultura sólo es accesible para los ricos.
En resumen: menos macroeventos de tangue para hacer creer que somos un país de gente culta y más tirarse el moco con una propuesta sólida de alternativas de ocio que englobe actividades culturales.
Y como siempre pasa con éstas cosas... los gafapastas tienen la culpa!!