Ahora que has llegado hasta aqui quizás te apetezca escuchar mi historia.
Ciertamente es un relato agridulce, puesto que tuve que renunciar a todo lo que quería para encontrar la auténtica felicidad, puesto que aunque intento ser fuerte e imperturbable, la bondad siempre encuentra una grieta por la que escabullirse y que al final, con menos de lo que quería, tengo más de lo que merezco.
He tenido la inmensa fortuna de cambiar para bien, de aprender que la vida puede ser maravillosa y que lo mejor de todo es ser tú mismo el dueño de tu vida.
Cuando era pequeño me dijeron que cuando creciera podría ser lo que yo quisiera, y lo he conseguido... ahora soy quien realmente quiero ser
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