Monstruos Diabólicos

Hola hola, pandilla de muertos de hambre.
Estaba aquí estudiando amplificadores realimentados cuando me he acordado que me dáis un asco que te cagas y que llevaba un huevo sin actualizar ésta chusta de blog.

La mayoría de vosotros (mis cuatro lectores mal contados) desarrollasteis vuestra infancia entre finales de los 80´s e inicios de los 90´s, una época prolífica en fabricación de chandals horteras que hoy en día sólo se los ponen los yonkis.
Cuando era un tierno infante y aún no me había convertido en la deshonra de la familia tenía el hobby (o hobbit, como diría mi madre) de coleccionar cromos como fuente suprema de diversión, y por encima de todas las colecciones que hice siempre hubo una que se adueñó de un pedazo de mi corazón.... la susodicha colección era: MONSTRUOS DIABÓLICOS

La colección de cromos de "Monstruos Diabólicos" era una casposa sinfonía de plagios cinematográficos y comiqueros mezclados con personajes de la literatura clásica y aderezado con otra suerte de monstruos de tangue, producto indudable de los delirios de una mente perjudicada por el uso y abuso de sustancias alcaloides y psicotrópicas (véase: peyote)

Francamente, el artwork de la colección es un mojón colosal, situado entre los dibujos animados checoslovacos y las ilustraciones de Rob Liefeld.
Mención aparte merecen los nombres de las criaturas, dado que el responsable tiró la casa por la ventana y en un alarde de creatividad e imaginación se dedicó a poner adjetivos que dan canguelo del tipo "...del infierno", "... Diabólico", "... de mierda" y similares
Y no es plan de pararse en el tema de las licencias porque me gustaría irme a dormir, pero da para horas de discursión. Nótese como, cuales impunes directores de cine turco, los diseñadores se pasan por el forro polar unos pocos derechos de imagen simplemente cambiando el nombre a un más que evidente Hulk (una figura de "el Invencible Bulk" ví una vez) o añandiendo sirope de fresa y un destello en el ojo a lo Cable para que ya no se parezca en nada a Darth Vader

Para aquellos que no conozcan mi niñez, pasé la mayoría de mis tardes de infancia en la tienda de mi tío jugando en la calle con una puta full de pelota amarilla que pesaba como si llevara un millón de piedras dentro con los ya conocidos Jesús el Gitano, Mora "el gordo fanegas", Portillo Nástic Star-Player y los Gemelos Recurrentemente Feos hasta que, en una de mis tardes de gloria, reventé de un sólo balonazo las consumiciones de tres mesas del bar que había al lado.

Aquel día nos prohibieron terminantemente (hasta que quitaran la terraza de verano) volver a jugar a la pelota, asi que tuvimos que recurrir a nuestro segundo pasatiempo: mandar a Jesús el Gitano a mangar cosas a la tienda de la Merchi. El campeón se mangó un puñado de cromos de "Monstruos Diabólicos" y ahí me inicié en el coleccionismo y en el bello arte del fenicismo y el trapicheo.

Bueno, volviendo a la frikada que nos concierne, dicha colección de cromos estaba compuesta por 80 cromos jodidamente mal impresos y que venían de 5 en 5 grapados en un sobrecito de papel. Si, era una mierda como el Peñon de Gibraltar.... pero que esperabas por 5 pesetas!!

Los cromos se coleccionaban en una especie de poster de cutre-cartón y cuando completabas el álbum te daban un regalo completamente mierdoso que nunca nadie llegó a conocer, según relata la leyenda podría haber sido una camiseta chustera o un videojuego totalmente moñas, aunque también podrían haber dicho que regalaban un lanzamisiles Stinger porque era imposible completar el jodido álbum ergo que te dieran el regalo.

Al igual que con los Monchitos, el caso Fórum y otros tantos casos de estafa piramidal, (o ziguratiana, si eres de Oriente Próximo) los "Monstruos Diabólicos" se encontraban envueltos bajo un oscuro velo de farsas y mondongos variados, ya que había un cromo que nunca jamás de los jamases salía.... el puto Carroñero!!! el #31!!!

Lenguas viperinas dicen que el legendario cromo tenía un aspecto metalizado y aparecía un monstruo similar a un ave putrefacta, pero pocos (ninguno!!) pueden dar pruebas reales de que tal cromo existe y a día de hoy no he conseguido encontrar una imagen del susodicho, lo que me lleva a la conclusión de que aquel que todavía sea poseedor del cromo de marras (si es que existe...) puede tener el futuro asegurado vendiéndolo a algún coleccionista o cambiándolo por órganos humanos

Como siempre mi madre, astuta e inteligente como ella sola, se deshizo de dichas estampitas sin pensar en que su hijo se convertiría años más tarde en un friki asqueroso y que le gustaría poner ese álbum en su habitación a modo de póster para reirse de tan pútridas calamidades... , menos mal que otros más inteligentes si que las conservaron.

En éste genial! BLOG del que he sacado las imágenes podéis encontrar toda la colección aquellos que sentís nostalgia por "la Bola de Cristal", la NES 8 bits y como no... los "Monstruos Diabólicos"

Pero...misteriosamente no he encontrado al Carroñero. Creo que éste es un caso para Iker Jiménez...

Un saludo, frikis de tangue!!